Siempre que pensamos en decorar un dormitorio de niños, ya sea del que está por llegar o simplemente para redecorar, pensamos en azules, celestes y sus diferentes tonalidades.
Una combinación original para salir de esa gama, es el amarillo y gris. Que??? Si, si. El amarillo es un color que provoca sensación de vitalidad, alegría y calor, y en su versión limón, le quita la intensidad que a veces molesta. Combinarlo con gris, un color frío y neutro, y nuestro siempre querido y necesario blanco, logrará equilibrar perfectamente la armonía del dormitorio.
Ten en cuenta que el amarillo es el color luz por excelencia, por lo que es aconsejable para compensar la falta de luminosidad natural, ideal entonces para cuartos oscuros o fríos. Esta decoración infantil es atrevida pero muy original.
Si no nos crees, mira las imágenes!
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